poesia, Sin categoría

Elipse: Bitácoras de navegación.

Viajando en los mares de la vida,
un día cualquiera, hallé en sus ojos mi faro:
¿Correr la aventura o seguir mi camino?
Nada que decidir, el destino ya estaba jugado.

Abandoné mis orillas y desembarque en su suelo.
Su sonrisa financió mi viaje;
Inicié el periplo, observé cada destello,
pulí en la memoria tierra mar y cielo.

Formas de su mundo, guardé en las manos,
Llevo en la naríz, -de su silueta- un mapa,
contiene el clima, flora y fauna
en todas sus etapas.

Recorro una vez más, la geografía de sus volcanes,
cruzando los senderos amables de su vientre.
Evoco el paisaje explorando áridas tierras;
y en mi avanzada hacia al sur,
hallé La Atlándida entre sus piernas.

Recuerdo así la guerra que proclamé en el Delta
tras conquistar sus valles, fundé en ellos mi reino,
reclamando sus islas por combate,
implanté la Monarquía como forma de gobierno.

Dedicatoria, poesia

Cenizas y Humo.

Quiero regalarte el presente y envolver en palabras este instante.
Con esas mismas que he dejado de decirte a diario,
porque han estado ocupadas o distraídas, peleándote.
Atoradas en la garganta, sordas de existir en un rincón de mi armario,
quisieron renunciar y creyéndose ausentes, se volvieron distantes.

Pero ahí estás con el viento en la cara y la noche en tus ojos,
te miran de nuevo y dibujan un vestido que hace juego con tu pelo,
le sabes tan bien que en un solo suspiro se abrieron todos los cerrojos
se le antojan tus labios, pero tu sonries endulzando el misterio.

Brazas intermitentes funden en medio de tus dedos, el silencio.
consumiendo los segundos entre humo y cenizas.
Viajo en el recuerdo a la distancia, recorriendo el tiempo,
Y de a ratos me pregunto, ¿en qué realidad te encuentras?

La estática reemplazó a las constantes, nos tangenció el confort.
En lo lineal y monótono muere toda retórica,
¿Acaso no es dialéctico el amor?

Tú contra mí haciendo cumplir la primera ley
-total, el objetivo es el mismo-
Nos transitamos, y entre más cuantitativos son nuestros sentimientos,
más cerca estamos de la cualitatividad.
Nuestra realidad evoluciona, perfeccionamos las formas.
¿Cumplimos ya la segunda ley?

Y ya que estamos, hagamos valer la tercera:
Yo te niego y tú a mí.
Resolvamos en espirales asuntos pendientes,
Saltemos por turnos y hundámonos, para ebullir en otra realidad.

Si quieres, categoricemoslo también en conocimiento.
Conceptualizaré en besos el fenómeno de tu esencia,
pues tú eres la Causa y en mí puedes ver el efecto.

Así ocurres inevitablemente, volviéndote mi necesidad.
Suspendiendo mi cuerpo en el aire para caer como de casualidad a la tierra
Calculo las posibilidades y tengo suerte, comparto este espacio contigo, existes.
Un conjunto de carne y huesos expresados en su forma exacta.
No hay nada más materialista que tu cuerpo, cómo me gusta aprender de esa filosofía.
Descubro todas las leyes aplicadas en él,
y de vez en cuando, hasta botánica.